Se nota que es verano en nuestra cocina porque no publicamos. Pero quería enseñaros esta tarta que se hace sin horno, y que nos ha encantado. Desde que se la vi a Diana del blog Cocinando en Marte sabía que no me defraudaría, ya que los yogurs naturales son mis preferidos, pero tengo una manía, siempre le añado nueces. Y eso fue lo que hice con esta tarta, añadirlos también; aunque ella no los pone en su receta. Sino conocéis su blog os invito a que lo hagáis, es una jovencísima cocinera que ya me hubiera gustado yo a su edad haber cocinado así.
Si sois de los que os gusta los yogures naturales, esta es tu tarta, no dudes en hacerla. No es para nada empalagosa ni dulce, pero sí fresquita y suave.
Con esta receta nos vamos mi hermana y yo de vacaciones, volveremos cuando los nenes empiecen el colegio. Cuidaros mucho.
INGREDIENTES PARA UN MOLDE DE 18 CM.:
Para la base:
-130 grs. de galletas digestive
-50 grs. de mantequilla.
Para el relleno:
-500 ml de yogur natural azucarado
-200 grs. de queso blanco de untar
-10 grs. de hojas de gelatina neutra
-4 cucharadas de agua
- 30 grs. de azúcar.
- Nueces al gusto.
Cobertura:
- 4 cucharadas de mermelada de arándanos
PREPARACIÓN:
Trituramos las galletas hasta que queden como polvo y mezclamos con la mantequilla ya calentada en un cazo.
Cubrimos nuestro molde con las galletas y apretamos bien en la base. Introducimos en el horno a 180º durante 5 minutos, esto lo suelo hacer para que quede la galleta firme a la hora de cortar la tarta.
Ponemos las hojas de gelatina en un cuenco con agua para que se hidraten. Mientras mezclamos en un bol el yogurt y el azúcar y batimos con la ayuda de una batidora.
En un cazo calentamos las cuatro cucharadas de agua y añadimos la gelatina bien escurrida, movemos enérgicamente para que se disuelva, pero ya fuera del fuego.
Añadimos la gelatina al bol junto con el queso, batimos de nuevo. La mezcla resultante es líquida. Volcamos en nuestro molde la mitad de la mezcla, y vamos repartiendo las nueces. Luego con mucho cuidado añadiremos la mezcla sobrante y añadimos más nueces. Guardaremos la tarta de un día para otro, para que se intensifique el sabor. Antes de servirla le añadiremos la mermelada. Como la mermelada de arándanos es muy espesa, lo que hice fue calentarla a fuego bajo en un cazo y luego batirla porque traía (por lo menos la mía) muchos trocitos. Cuando la mermelada se temple cubrimos nuestra tarta con ella.
Receta elaborada por: Mila.